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#ESIparaDecidir

Ilustración: Amparo Guindon

Noah tiene 17 años, es trans y forma parte del Foro de Juventudes por la ESI de San Luis. “En mi escuela todavía me llaman por mi antiguo nombre y así figuro en la lista del registro de asistencias”.

Noah tiene 17 años, vive en Villa Mercedes, la segunda ciudad en importancia de la provincia de San Luis con unos 111.000 habitantes y situada a orillas del río Quinto. En 2019, cuando cursaba el tercer año del secundario inició su transición hacia la identidad con la que se autopercibe (varón trans) y nada le viene resultando fácil.

“Me costó mucho porque era mi primer año en esa escuela y ya todos me conocían por mi nombre femenino, así que el cambio fue muy repentino y les costó al principio entender que pronombre utilizar conmigo. También tuve varios encuentros desagradables con mis compañeros y con los profesores pero al día de hoy estoy mejor”.

 – ¿Qué tipo de encuentros desagradables? 

 – Los típicos. Desinformación por parte de los profes que no entienden que te están atacando o que pueden llegar a hacer daño con sus palabras, lo hacen igual sin siquiera darse cuenta, por la misma ignorancia sobre el tema. Pero con el paso del año aprendí a sobrellevarlo. 

En algo vamos avanzando – repite Noah siempre paciente.

Aún espera una respuesta a la nota que escribió y presentó en su escuela con elevación al Ministerio de Educación para que se adecúe su nombre en el registro de asistencia, o para que se creen los baños universales para dejar de usar el baño de preceptores que le fue asignado.

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San Luis se caracteriza por ser una sociedad muy tradicionalista, de costumbres arraigadas y con una fuerte tracción desde el sector religioso-conservador al punto tal que recién adhirió a la ley de Educación Sexual Integral (ESI) en 2018. 

“Recuerdo que se estaba debatiendo el proyecto de ley de aborto legal en el Congreso y en agosto se dio la oportunidad de hacer una reunión entre las organizaciones feministas y el gobernador de San Luis para saber con qué votos positivos contaríamos en las cámaras baja y alta del Congreso. Para septiembre ya habíamos avanzado con tres reuniones locales más, en donde le planteamos la necesidad de adherir a la ley de ESI, al Protocolo para la Atención Integral de las Personas con Derecho a la Interrupción Legal del Embarazo, al de personas víctimas de violencia sexual y la creación de una mesa de articulación, que nunca prosperó”, cuenta Lily Manini de la Asociación por los Derechos de las Mujeres (ADEM San Luis) integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito y actora clave en esta etapa de incidencia. 

Los resultados no se hicieron esperar y el 18 de octubre de 2018 se firmaron todos los decretos de adhesión en un acto en el salón blanco de Casa de Gobierno.

“Si bien el contexto nos ayudó a lograrlo, veníamos desde 2007 marchando, juntando firmas y presentando petitorios. Me acuerdo que en 2017 presentamos una nota al Ministerio de Educación puntano para que el obispo de San Luis dejara de visitar las escuelas dando charlas sobre ‘el orden natural de las cosas’, que solo generaba conductas y discursos de odio en contra de la comunidad LGTTBIQ+. El estudiantado necesitaba ESI y que se respetaran sus derechos”, agrega.

Jornada Feminismo, Derechos y Política: 23 de agosto de 2019

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Para Noah, el acceso al derecho a la Educación Sexual Integral es muy importante, “especialmente para les adolescentes y para las personas del colectivo LGTB”. “Porque siento que la ESI nos abre un espacio en la sociedad y propicia un ambiente más seguro. Empezando desde la primaria, explicando qué es la diversidad sexual y la identidad de género. A las personas trans como yo nos sirve mucho, porque a lo largo de este año los pocos talleres que recibí me ayudaron bastante a concientizar más sobre este tema a otras personas y aunque hayan sido escasos, me han servido para poder integrarme de la forma en que me integré”, se explaya.

Apenas se firmó el decreto de adhesión a la ley 26.150, se creó el Área de ESI y asumió en el cargo Sandra Cabrera, activista feminista con formación especializada e integrante de Nodo Género y Políticas de Equidad, que venía participando de las reuniones y estuvo en funciones hasta inicios del 2020. 

 “El Área Educación Sexual Integral de San Luis debía trabajar con  577 escuelas y más de 20.000 docentes para garantizar el derecho a la ESI de 119.600 estudiantes, lo que significa que solo se destinó por estudiante $9,80”

“Durante el ciclo lectivo 2019 el Área se financió con $1.172.553 del fondo nacional, que fue distribuido en un 41% para honorarios de tres asistentes técnicos, y un 59% para la ejecución de acciones obligatorias. Entre estas acciones hicimos la Jornada Educar en Igualdad, la realización de capacitaciones masivas para que las escuelas conformen sus Equipos Escolares de Referentes ESI, más acciones de monitoreo y evaluación de la implementación de la ESI en las instituciones escolares”, explicó. La tarea era inmensa, asegura Sandra. “El Área Educación Sexual Integral de San Luis debía trabajar con 577 escuelas y más de 20.000 docentes para garantizar el derecho a la ESI de 119.600 estudiantes, lo que significa que solo se destinó por estudiante $9,80”, explica.

Para Sandra, “la ESI propicia una transformación social y cultural muy profunda y absolutamente necesaria, pero que toca estructuras de poder muy arraigadas y justamente por eso genera grandes resistencias. Si en verdad queremos vivir en un mundo con justicia social e igualdad debemos garantizar el derecho a la Educación Sexual Integral a la totalidad de las y los estudiantes”.

Según la información brindada por Patricia de Miguel, actual jefa del Área de ESI, en la provincia de San Luis durante la pandemia se realizaron de forma virtual capacitaciones a 31 escuelas de la región educativa 3 y a 71 escuelas de la región educativa 6, lo que alcanzó a 275 docentes. Además, explica De Miguel, se subió contenido a la página del Ministerio de Educación y se trabajó con un total de 618 docentes en las aulas virtuales para facilitar recursos, materiales y actividades para trabajar ESI en la escuela. También organizaron conversatorios on line y participaron de la corrección y difusión de protocolos de abordaje ante situaciones de violencias en articulación con la Secretaría de la Mujer, Diversidad e Igualdad local, referentes ESI y el Área de Salud Adolescente.

@ForoxlaESI en Instagram

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Durante 2019, mientras desde el Ministerio de Educación se avanzaba con la primera instancia de la aplicación de la ley de ESI, que consistía en capacitar el sector docente y convocar a referentes por escuela, en las aulas apenas se daban unos pocos talleres y algunos eran para el olvido. Noah los tiene bien presentes, porque para él eran momentos que esperaba con ansiedad y esperanza.

“El primer taller lo dieron dos profes de Ética. Nos juntaron a los terceros, a las chicas les preguntaron sobre equidad de género y les pidieron que escribieran sobre eso. A los varones nos dieron un bebé y pañales. Sinceramente, no me gustó el taller, más bien se trató de los estereotipos y violencia en el noviazgo. Siento que se quedaron cortos en la información que brindaron. El segundo lo dio Ariel Sanabria, un licenciado en trabajo social que trabaja en el hospital que está frente a mi escuela y en ese sí abordamos el tema de las identidades trans”.

Ariel Sanabria, junto a dos profesionales de la salud, brindaba talleres de salud sexual en un aula del segundo piso de la escuela donde concurre Noah. En las paredes aún se pueden ver carteles que invitaban a acercarse. “Supimos que había problemas con la correcta implementación de la ESI  y ofrecimos nuestro apoyo, brindando un espacio de formación y debate, acompañando lo que nos planteaban las y les adolescentes de esta y otra escuela de Villa Mercedes. Lamentablemente, este año no pudimos continuar la tarea aunque sea desde la virtualidad, porque nos pusieron trabas burocráticas desde la dirección del hospital. No nos pudimos poner de acuerdo, algunas instituciones sostienen discursos de respeto a los derechos humanos pero no los concretan en la práctica y además se puso en tensión una cuestión de subjetividad. Nosotres creemos que las adolescencias son sujetos de derechos no sujetos de tutela”, asegura Sanabria.



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Durante la pandemia, ADEM San Luis, con el apoyo del Fondo de las Mujeres del Sur impulsó la construcción del Foro de las juventudes por la Educación Sexual Integral en San Luis, un espacio de debate, contención, formación e incidencia política que de inmediato fue tomado por estudiantes del secundario de San Luis, Villa Mercedes y Merlo. El proyecto fue presentado a finales del 2019 y proponía la realización de foros presenciales en diferentes regiones de la provincia de San Luis en interrelación con las comunidades educativas, pero la crisis sanitaria obligó la reestructuración de lo planificado. Las coordinadoras del Foro decidieron no posponerlo y direccionar los recursos a la creación de una cuenta de Instagram, elaboración de insumos informativos de construcción colectiva y encuentros virtuales de formación.

 

Noah fue uno de los primeros en unirse y no dejó de participar de ninguna de las reuniones y acciones propuestas de forma virtual o desde el instagram @ForoxlaESI. Desde el primer encuentro las y les estudiantes plantearon cuánto necesitaban acceder a los contenidos de Educación Sexual Integral en este año de pandemia, aislamiento social domiciliario, aulas virtuales, restricciones y disciplinamiento.

 

“En estos meses no tuvimos nada de ESI, si bien estamos en contacto con los docentes, ninguno demostró interés en dar estos contenidos. Las personas como yo vamos a seguir teniendo problemas sea o no virtual la escuela, así que era indispensable que la dieran. Además de garantizar ESI es necesario revisar cómo se da, los únicos talleres que tuve fueron desde un punto de vista binario. De hecho, tocamos este tema con la profesora y le dije que no me gustaba que los diera así, le dije que teníamos que abrir más ese tema y me dijo que pensaba igual, pero nada cambió”, cuenta Noah. No es el único que piensa que también hay desinterés.

Zoe es feminista, integrante del @ForoxlaESI, alumna de una escuela pública de la ciudad de San Luis y concluye en lo mismo: “Desde que empezó la pandemia no tuvimos ESI pero tampoco logramos reclamarla. En mi escuela no nos dan ESI como una materia, pero sí nos dan charlas. Esas charlas, por más deconstruidas que parezcan, no lo son. Tengo una profe católica que siempre añade un comentario en medio de la clase. Está bien, que ella piense como quiera, pero debería dar los contenidos sin su permanente opinión. Nos pasa que nadie se anima a preguntar nada porque ya sabemos cómo piensa, entonces recurrimos a los pares para evacuar dudas. Debería haber alguien para responder estas dudas y que tenga formación”. En el año 2008 los lineamientos curriculares fueron aprobados por el Consejo Federal de Educación mediante la resolución Nº 45. Este consejo está integrado por las ministras y los ministros de todas las provincias del país. En la introducción del documento se plantea que dichos lineamientos “direccionan el diseño de estrategias pedagógicas y didácticas en Educación Sexual Integral, incorporando la perspectiva de género, el enfoque integral de la educación sexual, la promoción de la salud y la consideración de las personas como sujetos de derecho”.

 

U.B. tiene 14 años, va a un colegio católico de San Luis y se sumó al Foro hace unas semanas: “Yo no tengo ESI, tengo una materia que se concentra en la heterosexualidad. También vemos otras orientaciones sexuales pero las vemos como algo muy raro, además hacen hincapié en el rol de la mujer, que debe casarse y tener hijos. Eso no está en mis planes futuros ni creo que haya venido a este mundo solo a reproducirme”.

 

Sofía (17) integra el mismo espacio desde su surgimiento. Advierte que las personas y las instituciones minimizan las consecuencias de la no aplicación de la Educación Sexual Integral en las escuelas: “Considero importante la ESI porque es un derecho de les adolescentes, aunque a veces sus contenidos son tergiversados por ciertos sectores para desinformar. Antes creía que se trataba sólo de cuestiones biológicas, mi concepto de la ESI no iba más allá de métodos anticonceptivos y embarazo, pero al poder nutrirme y rodearme de gente que sabía del tema, me di cuenta de su importancia y de lo útil que es para derribar mitos cargados de ignorancia”. Los contenidos de la ESI plantean el acto educativo como un proceso sociopolítico y afectivo que busca fortalecer las capacidades emocionales, construir vínculos saludables, fomentar el respeto en la diversidad y rechazar todas las formas de violencias para formar personas libres desde una perspectiva integral. 



No hace falta profundizar mucho para entender que las personas adultas y, sobre todo quienes están en espacios de decisión, son quienes deben garantizar los derechos de las juventudes, entre ellos el acceso a la educación sexual integral laica, científica, no binaria, de calidad, en todo el ciclo lectivo, en todos los niveles y transversalizado en todas las asignaturas, pero esto no se logra sin voluntad política, sin presupuesto ni recursos. Noah cree que no hay compromiso ni formación sobre el tema a excepción de algunas activistas o personal de salud, aunque rescata que antes “ni siquiera se la mencionaba''.

Diego Arce es pedagogo del nivel secundario, superior y es parte de la Red de docentes por la ESI regional San Luis. "Tuvimos la iniciativa de poder caracterizar el territorio, y para eso impulsamos en el sector docente una pequeña encuesta con preguntas muy generales en relación a si conocíamos la ley de ESI, si la estamos aplicando y si queríamos recibir información. El resultado fue muy revelador, la mayoría de quienes contestaron pertenecían al nivel secundario y superior, decían conocerla pero aseguraban no saber dónde encontrar información concreta y certera sobre contenidos de ESI, por ejemplo, para abordar temáticas como la trata de personas con fines de explotación sexual. Surgió también que las y les docentes contestaron ‘sí’ en un 100% a querer recibir información y en las observaciones detectamos mucha preocupación en el área de educación especial, que decían no encontrar espacios para contener sus dudas. Quienes trabajan ESI en educación especial sienten que falta articulación con las familias y trasladaban el temor de las familias del alumnado a impartir ESI, porque persiste la idea de infantilizar a las personas con discapacidad”.

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Cuando Noah habla de su futuro, de lo que espera para su cotidianeidad en la escuela, en su familia y en la comunidad, sueña con dejar los obstáculos atrás. Se proyecta resolviendo conflictos y tiene en claro que el problema no es ser trans sino ser trans en una sociedad desinformada y discriminatoria. Aún espera una respuesta a la nota que escribió y presentó en su escuela con elevación al Ministerio de Educación para que se adecúe su nombre en el registro de asistencia, o para que se creen los baños universales para dejar de usar el baño de preceptores que le fue asignado.

“Cuando hicimos los conversatorios desde el Foro me gustó todo lo que hablamos y que me dieran mi propio espacio, a pesar de que era la primera vez que participaba, me sentí seguro y confiado. Hay muchas cosas que las personas trans tenemos que pasar que las cis nunca van a pasar. Nos tocó vivir en este tiempo, sabiendo que antes era peor, por eso mismo quiero seguir adelante para que más personas como yo no tengan que sufrir lo que yo sufrí”.





*El día de la publicación de la #InvestigaciónFederal Los Derechos no Se Aíslan, Noah finalmente fue informado por la escuela de que habían modificado sus registros para que figure el nombre que él mismo eligió. Según le dijeron, ya lo habían hecho hace tiempo, solo se habían olvidado de avisarle.

Recordá que si necesitás información, tenés dudas o considerás que tus derechos sexuales o reproductivos han sido vulnerados podés comunicarte al 0800-222-3444 en todo el país.